Fragmentos de sistematización espacio
adecuado el Panal CLAN Villa María
09/04/2014
Esta vez con un nuevo cómplice
del juego y el arte recibimos a los niños y las niñas del jardín Funandes. La
armónica ya expresa sus primeras palabras que se columpian en el vaivén de las
ondas que atraviesan el aire, los niños y las niñas observan el artista que le
da vida a este mágico sonido y mientras se reparten los pinceles, las paredes
de los pasillos del CLAN nos aguardan con paciencia para disfrutar una vez más
de ese juego de cosquillas que producen los movimientos de las cerdas de los
pinceles, pinceladas que contienen toneladas de pintura invisible que esparcen
los niños y niñas mientras se empujan unos a otros por buscar un espacio frente
a la cosquilluda pared.
Mientras caminamos por los pasillos y nos acercamos a
la profundidad de nuestro atelier, ingresan los primeros niños y niñas sin
pensarlo, y tras ellos van ingresando todos como si siguieran el olor de una
exquisita y deliciosa experiencia artística.
10/04/2014
Ahí estábamos nuevamente
afinando algunos detalles en el atelier y pasadas la 10 de la mañana nos
sorprende Anita, la guardia de seguridad del CLAN “profes llegaron los niños”.
Salimos a su encuentro, ya todos junto con sus maestras habían terminado de
subir los interminables escalones, nos acercamos a saludarlos a su altura, los
miramos a los ojos y mientras nos disponíamos a recordar sus nombres sobre la
cinta papel pegada a sus pequeñas camisas y delantales, una de las maestras nos
recuerda que este grupo habían venido
hace un poco más de un mes, cuando nuestro espacio adecuado era un mundo
Maíz.
A la mitad del pasillo como un pájaro
carpintero que perfora y construye su nido uno de los artistas, quién estirando
su pie izquierdo y sosteniendo el pincel invisible mojado sobre los diversos
colores que abundan alrededor de la fantasía, buscaba delinear el nido de la
imaginación para compartirlo con todos. Los niños, niñas, maestras, celadores,
personal de aseo y artistas todos concentrados observando la pared y el pintor de la pintura invisible,
nos acercamos con los niños y las niñas para ver más de cerca lo que está
pasando. El empieza a hablarnos o mejor a picotearnos sobre los colores de la
imaginación con los cuales pinta sobre la pared, de repente otro artista le
propone que nos enseñe a pintar de esa manera, el pintor alagado nos comparte
varios de sus pinceles, todos estirando
la mano y de repente nos detenemos al ver que Juanita no estira su mano, sino que estira su pie
para recibir del pie del pintor el pincel protagonista de las huellas.
Inmediatamente todos emocionados empezamos a estirar los pies para recibir los
pinceles del pintor y jugar con los colores de la imaginación sobre la
cosquilluda pared.